ENFERMOS Y CON DEUDAS

Una mujer de un área al norte de Guayaquil quien pidió que se quede su nombre en anonimato, cuenta de su experiencia con las enfermedades catastróficas. Ella tuvo una operación en la cual se le tuvo que quitar un riñón . Ella es una persona mayor de edad, no está en buena forma y tiene que ir al doctor frecuentemente.

Su esposo, quien ya tiene más de 80 años, tuvo un accidente y se quedó con muchos huesos rotos en la cara y no ve ahora por los efectos del accidente. Ninguno de ellos puede trabajar por sus condiciones medicas.

Esta mujer cobra el bono, pero su esposo no. Comenta ella que “Estoy agradecida de las $34 que recibo…pero no puedo pagar todo.” Por ejemplo me contó que tiene que pagar la luz, el agua, el doctor, las recetas, etc. Recién tuvo que gastar unos $28 de sus $34 mensuales sólo para exámenes médicos. Con lágrimas en sus ojos, me contó que su esposo todavía necesita dos operaciones y que cada una cuesta $1.000. No tuvo que decir el resto: estas operaciones son económicamente imposibles tomando en cuenta su situación.

Hace unos tres meses, Interagua les cortó el agua a esta pareja por no haber podido pagar. Sin tomar en cuenta su situación de salud, dijeron que tenían que pagar la deuda. Con la ayuda del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, lograron que Interagua les reconecte el agua, pero todavía está pidiendo que paguen su deuda alta, que hagan un convenio que obviamente no pueden cumplir. Legalmente ella califica para tener su deuda condonada por las siguientes razones: por su enfermedad catastrófica, y también por recibir el bono. Otra vez es obvio que Interagua no hace caso a las circunstancias, aunque devastadoras, de las usuarias y usuarios.